Calificativo de presidente de Ecuador se vuelve consigna de dignidad.
'Yo también soy un forajido', 'Soy el forajido con la cédula 17...', 'Me siento un Quiteño forajido, feliz de serlo' son las frases que en las últimas horas le sazonaron la protesta de Quito contra el presidente Gutiérrez, y todo porque el mandatario les llamó así a un grupo de ciudadanos que fueron a protestar frente a su casa.
Aunque la Real Academia de la Lengua define al forajido como un 'delincuente que anda fuera de poblado, huyendo de la justicia', miles de habitantes de Quito han asumido el apelativo como un honor.
Las protestas en la capital de Ecuador, que han sido pacificas en alto grado, buscan la salida del presidente Gutiérrez de su cargo, y como han tenido gran acogida, es inevitable que la conocida 'la sal quiteña' aflore a cada momento.
Ocurrió que el presidente, el pasado miércoles 13, a medianoche, tuvo que soportar una manifestación sorpresa en su casa, ubicada en el barrio El Batán, al norte de Quito. El golpe asestado fue duro, y el mandatario ecuatoriano al día siguiente, en su programa de radio, declaró que 'había sido atacado por un grupo de forajidos'.
Eso fue suficiente, la consigna corrió de boca en boca, y empezó en Radio La Luna, que ha encabezado las iniciativas de movilización en contra del presidente Gutiérrez, para autodenominarse: 'Forajidos'.
No tardaron minutos para que ese mismo jueves los quiteños se comiencen a llamarse entre ellos 'forajidos', tanto cuando llamaban a intervenir en la Radio, dando el número de cédula y expresando su satisfacción de ser un 'forajido quiteño'.
Momentos después, hasta el mediodía del viernes 15 de abril comenzaron a circular los 'diplomas de forajido quiteño' que consisten en una hoja de papel impresa con la frase en destacado 'Yo también soy un forajido' que se pega en las paredes, en los postes, en los vehículos y en las manos de los manifestantes que lo exhiben orgullosos.
Tan impactante fue el calificativo que en la propia sesión del Congreso de Ecuador, la tarde de este domingo 17, mientras se decidía el cese de las corte de justicia, apareció el bendito letrero del 'Yo soy un forajido' en la curul de un legislador, lo que causó molestia en el presidente Quintana, que pidió a gritos que se retire el cartel, lo que no fue obedecido por el diputado y ahí se quedó.
La 'fiebre de los forajidos' ha causado alto impacto, al punto de comenzar a producirse en serie el apodo, ya se imprimen camisetas que dicen 'Yo Soy un forajido quiteño' que se esta dando a vender en las calles como un fenómeno comercial.
De igual forma, del compositor Atahulfo Tobar, ya salió a la circulación el 'Disco del forajido' que canta la versión de lo que quiso ser una ofensa y se convirtió en un motivo de dignidad del Quiteño.
Pero también se quiere usar el término, por parte de los partidarios del gobierno, que con bandas armadas ataca a los ciudadanos quiteños, tal como lo denunció Gamavisión la mañana de este lunes, que contaba que un grupo de individuos con estas camisetas se había dedicado a atacar a los transeúntes y generar imagen de rechazo a las manifestaciones.
Lo cierto es que el apodo ya está haciendo roncha en los quiteños y se comienza a bautizar para la historia como 'La revuelta de los forajidos', en mención a la reacción de los ciudadanos que ha logrado hacer retroceder al gobierno en sus abusos contra las cortes de justicia, así como derrotar a un estado de emergencia dictatorial.
La palabra está siendo usada en el lenguaje coloquial, al punto que en varias empresas, oficinas y demás instituciones se comenzó este lunes con las clásicas formas de dar órdenes diciéndose entre ellos 'de forajido 1 a forajido 2..cambio'.
La última moda se expresó en el internet, cuando en las últimas horas surgió la iniciativa de un grupo de jóvenes que ha decidido contar la revuelta con el sitio web: wwww.forajidos.cjb.net que asume con alegría el apelativo y le ha creado toda una marca de identificación y convertido a la palabra en una consigna de dignidad.
El presidente ecuatoriano, a través de sus voceros, ante el crecimiento del fenómeno de quienes se sintieron afectados con el calificativo, ha dicho que no buscaba atacar a todos los quiteños 'sino solo a los que fueron por su casa'.
Y la respuesta de sus propios vecinos ha sido: '..de gana les dijo forajidos, ya ve lo que hace'.
Santiago CALERO FLORES
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