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sábado, marzo 19, 2005

Efecto retrovisor

Hace un par de semanas terminé la lectura de "Efecto retrovisor", la primera novela de Thais Morales, que es el primer libro publicado por la editorial de reciente creación "Ellas editorial" . Pude conocer a Gemma, la editora, y me pareció una persona interesantísima, encantadora y abierta, cuyo interés es publicar textos que ayuden a normalizar el hecho lesbiano sin excluir a nadie, por lo que le da igual el sexo u orientación sexual de sus autoras y autores, y lo que de verdad le importa es la calidad de los escritos. Esta primera apuesta editorial es un buen ejemplo de su talante. Es un buen libro, ameno, interesante, reflexivo y bien escrito, y el hecho de que la protagonista sea lesbiana es puramente circunstancial, nada tiene que ver con la historia de espejos, ausencias, viajes y encuentros que en él se relata.

Os copio aquí dos párrafos para que sea el mismo libro el que os incite a leerlo. Yo poco más puedo decir.

Visto desde la distancia, con tantos años de por medio, siete de relación más dos de separación, aquel principio, su primera mirada, lanzada en medio del gigantesco espacio de un aeropuerto, parecía un relato que de leerlo tantas veces se hubiese vestido con un aura de realidad, igual que algunas mentiras, que de tanto repetirlas, acaban formando parte de nuestra biografía con una fragilidad tal que se tiñen de nostalgia y la nostalgia es un rasgo propio de vivencias reales.


Bajo aquel cielo, después de hacer el amor con una desconocida, Mara decidió con una fuerza que no había sentido antes, por sí misma, que tenía ganas de explicárselo sin esperar nada más que el silencio de ser escuchada: un acto tan simple de comunicación, hablar y que, como única respuesta, te escuchen; aprehender esa maravillosa sensación de que lo que vas a explicar es importante, de que el tiempo está de tu parte, gracias a que alguien que está cerca quiere escucharte de la misma manera que tú quieres hablar y que puedes explicar tu vida sin la ansiedad de sentir un cronómetro cerca. A cambio, únicamente el silencio.