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miércoles, febrero 16, 2005

Mecedoras y buzones

Me gustan las mecedoras. Cuando en Nicaragua alguien me dijo que allí las llamaban "silla abuelita", pensé que sin duda alguna yo tenía que hacerme con una de ellas para mi nueva casa. Puesto que allí las había por todas partes, y en España realmente no había visto, me pareció muy lógico llevarme una desde Nicaragua a España. Se la encargué a un "chavalo" de allí, Toño, que me la desmontó en piezas y colocó numeritos en cada unión para que luego ya la pudiera montar sin problemas. La metí en un saco y con ese paquete me presenté en el aeropuerto de Managua y llegué luego a Barcelona.

Ayer le contaba esta historia a un amigo mexicano a quien no veo desde estuve allí, en el 2001, y me dijo que no le sorprendía nada que yo me hubiese llevado una mecedora de Nicaragua si cuando estuve en México quería llevarme un buzón. Yo ya no me acordaba de aquello, pero tenía razón, por aquella época yo quería un buzón para mi casa del pueblo, pero todos los que encontré allí eran demasiado grandes. Un buzón es el lugar donde uno recibe las noticias del exterior, es la ventana abierta a las palabras de los otros; me parecía/parece importante elegirlo con cuidado.

Todavía no tengo un buzón, ni he decidido si el número de esa casa es el 5 o el 7. También quiero comprar un número para ponérselo. Mi tía-abuela Julia, que todavía vive en el pueblo, en diciembre cumplió 95 o 96 años, no lo sabemos muy bien. Yo algún día viviré en el número 5 o 7 de la calle Soria en Ciria. El panadero vendrá los lunes o los miércoles, tal vez los viernes. Hay algo de inconcreto en mi mundo de mecedoras y buzones, y me gusta.

2 Comments:

  • Una de las primeras cosas que escribí, hace ya tanto tiempo que sólo de pensarlo los colores de la vergüenza me asoman a la cara, tenía a una mecedora como protagonista.

    Estos cachibaches tan hipnóticos siempre me han encantado. Ahora estoy buscando una para mi nueva casa.

    En cuanto a los buzones, otro de tus posts más recientes me ha hecho recordar el mio, pobre. Desde la generalización de internet los buzones de toda la vida tan sólo alojan telarañas. ¿Por qué siempre nos podrá la pereza?

    Un saludo

    By Anonymous Anónimo, at 18/2/05 11:00  

  • Imagino que viajar a Nicaragua a por una es una idea poco práctica, ¿no?

    Una pena lo de los buzones llenos de telerañas... yo procuro mantener en activo el mío, y todavía mantengo correspondencia de la de toda la vida con un par de personas... en especial con una, aunque sea muy de vez en cuando... el placer de abrir un carta y leerla sentada en mi mecedora mientras miro a través de la terraza y veo al fondo las lucecitas de un monte cercano no puede ser sustituido por ningún e-mail...

    Además, las cartas certifican el paso de uno por una dirección... yo tengo al menos una carta dirigida a mi nombre en todos los lugares en los que he vivido, aunque mi estancia sólo hubiera sido de un mes...

    By Blogger Nuria Rita, at 18/2/05 21:36  

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