Cristina Peri Rossi
El lunes 16 de mayo, en una especie de desdoblamiento de la personalidad, entrevisté a Cristina Peri Rossi en su casa de Barcelona para la Revista Consumer. Y digo desdoblamiento de la personalidad porque allí estaba yo, directora de Iguazú, en representación de otra revista para la que también trabajo, y que al fin es la que me da de comer cada mes. Así que para Peri Rossi, yo soy una periodista de Consumer, mientras que para los conocidos que ella y yo tenemos en común –Angela Serna, directora de la Revista Texturas y organizadora del VIII Encuentro de mujeres poetas en Vitoria; Kepa Murua, poeta y editor de Bassarai; y Susana Guzner, autora de La insensata geometría del amor, con quien me vengo escribiendo últimamente-, en fin, para todos ellos yo soy la directora de Iguazú, y probablemente no me vinculen de ningún modo a Consumer. Es una extraña contradicción.
Por lo demás, Cristina (como decía una amiga, ahora que hay confianza, podemos llamarla así, ¿no?) es encantadora, estaba bastante cansada pero nos atendió (a mí y al fotógrafo) muy amablemente, y al irnos nos regaló un libro a cada uno, además en la entrevista dijo cosas muy interesantes, que no sé si saldrán o no en la entrevista que se publique finalmente, pero que de todas formas a mí me sirven. Imagino que siguiendo con ese desdoblamiento, elaboraré dos documentos, uno para mí (lo que es lo mismo que decir para Iguazú) y otro para Consumer.
Por lo demás, Cristina (como decía una amiga, ahora que hay confianza, podemos llamarla así, ¿no?) es encantadora, estaba bastante cansada pero nos atendió (a mí y al fotógrafo) muy amablemente, y al irnos nos regaló un libro a cada uno, además en la entrevista dijo cosas muy interesantes, que no sé si saldrán o no en la entrevista que se publique finalmente, pero que de todas formas a mí me sirven. Imagino que siguiendo con ese desdoblamiento, elaboraré dos documentos, uno para mí (lo que es lo mismo que decir para Iguazú) y otro para Consumer.