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lunes, marzo 28, 2005

Exilio

Ciria, Jueves Santo 2005, medianoche, leyendo a Sabato

“Todo cielo, cuando no es el nuestro, ahonda el sentimiento de desamparo” (Ernesto Sabato)
“El aire era un inmenso abandono” (Pedro Salinas)

Elijo el exilio. Lo elijo a sabiendas del desamparo que me espera lejos de mi tierra. ¿Por qué? Todavía soy incapaz de contestar esa pregunta. “Todos tenemos un deber de amor que cumplir”, resuena en mi cabeza Gioconda Belli, “nadie puede evadir su responsabilidad”. Y así, tras estos versos, decidí volver a una ciudad que nunca había sido mía. Y decidí exiliarme de mi lugar antes que exiliarme de mi deber.

Mi lugar es tierra árida y fría (Machado). Aquí nada crece, salvo la soledad escondida en cada ranura del alma y de las piedras. Aquí el tiempo no existe. Abrir una puerta y mirar hacia su interior es como atravesar un laberinto sin relojes. Abro la puerta hoy y el interior es al mismo tiempo ayer y mañana. Es el recuerdo de lo que fui, y es el futuro que pertenecía a aquel recuerdo. El tiempo rebota en cada una de las paredes de la habitación como si de espejos deformantes se tratasen.

Olga Orozco dice: “…antes de convertirme en un bostezo en la boca del tiempo”. Este pequeño rincón del mundo no es más que eso, “un bostezo en la boca del tiempo”. Y quiero escapar, gritar y enfrentar mi responsabilidad. Corro exhausta por vericuetos de palabras desconocidas hasta alcanzar una ciudad no-mía en la que me creo libre. Pero estoy más atrapada que nunca, y el destierro cae sobre mí como un inmenso abandono.

1 Comments:

  • Hola! Encontré esto de Orozco, es una antología que yo no conocía, no se tú. Te dejo el link con un saludo. Adéu :P

    http://www.poeticas.com.ar/Biblioteca/Eclipses_y_fulgores/eclipseindice.html

    By Anonymous Anónimo, at 2/4/05 05:38  

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